Dios tiene un sms para ti

Ya nos hemos habituado a ver a todo el mundo con el móvil en la mano por la calle, en una parada esperando a que llegue el autobús, en un banco, en una sala de espera, en una terraza tomando algo… es algo que hemos normalizado y asumido como parte de nuestra vida. Cuando el móvil suena o vibra, rápidamente tenemos ganas de ver quién nos ha escrito o quien nos llama, incluso a veces tenemos mucha curiosidad por saber quién lo hace, y nos falta tiempo para mirar quien es. ¿Cuántas veces desbloqueamos el móvil a lo largo del día? Impensable e incontables seguramente. Ojalá y este deseo por saber quien nos habla, lo tuviéramos por escuchar y saber qué es lo que Dios nos quiere decir en cada momento.Dios nos envía muchos mensajes cada día, y tener esa capacidad de escucha podríamos decir que es un verdadero don, porque nos permite centrarnos en lo importante, en nuestro Dios que tanto nos ama y nos quiere. La dependencia que ha provocado en nosotros el móvil debería de multiplicarse en la que debe suscitar Dios en nuestra vida. Me encantaría escuchar a todos los hombres de este mundo decir que no pueden vivir sin Dios, que lo necesitan en su vida.

Read moreDios tiene un sms para ti

El poder de la oración

Verdaderamente la fe mueve montañas. No podemos ignorar la fuerza que tiene la oración y la capacidad de transformar los corazones de las personas, comenzando por el nuestro. La oración tiene poder, si nos lo creemos y si rezamos con fe. Jesús nos ha enseñado a rezar para que nos comuniquemos con Dios y podamos llenar nuestra vida de Él. Bien sabemos de la importancia de la oración para mantener nuestra vida. No te abandones, no pienses que Dios ya sabe lo mucho que crees en Él y que le amas. Necesitas pasar tiempo con el Señor para experimentar de verdad el verdadero significado de la oración y lo que te enriquece y aporta. No se trata solo de hacer las cosas bien, ni de ser buena persona; si aspiras solo a esto vivirás tu fe mediocremente. Necesitas trabajar fuertemente tu vida de oración, por mucho que te cueste. Aunque al principio te suponga un esfuerzo soberano, con el tiempo llegarás a comprender, entender y experimentar que ha merecido la pena, pues cada día verás los frutos y lo que te aporta de bueno en tu vida.

Read moreEl poder de la oración

Llamando a Dios

A menudo me imagino ver la vida desde el cielo; cada uno desarrollando nuestras labores cotidianas, con nuestras historias personales, problemas, agobios, preocupaciones, pensamientos…, que nos quitan energías y hacen que no demos lo mejor de nosotros mismos. Y contemplando desde esa altura, descubro que somos “hormiguitas” inmersos en nuestros quehaceres, intentando llevar la vida lo mejor que sabemos. Conocidos en nuestro entorno y desconocidos para la inmensa mayoría del mundo. Así es la vida, y con la “motita” de universo que nos ha tocado cuidar es donde tenemos que dejar nuestra impronta, compartiendo cada día nuestra vida. A pesar de nuestra pequeñez, comparados con la inmensidad del universo, Dios nos sigue mirando enamorado de cada uno. Es un regalo el poder sentir cada día su amor, y ahora hemos de ser conscientes de la importancia de mantenerlo fresco en cada momento. Hemos de renovarlo para que no nos quedemos estancados en nuestra capacidad de amar. Hemos de aprender ese movimiento de vaciar nuestro corazón de amor, para luego llenarlo de Dios… y así sucesivamente.

Mientras seamos capaces de entregarnos cada día, dando la vida y vaciándonos en el amor hacia los hermanos, para luego buscar un momento en nuestra jornada, para llenarnos nuevamente del Amor infinito de Dios, podríamos decir que estamos vivos, en tensión espiritual; porque en el momento en el que dejemos de ponernos en la presencia del Señor, porque no tenemos tiempo o no nos acordamos, en ese momento empezaremos a retroceder, a perder nuestra fe, a quedarnos anquilosados y estancados en lo de siempre, sin capacidades para avanzar y vivir siempre en la excelencia del Amor de Dios que es a lo que debemos aspirar; mucho más si tenemos como modelo a Jesucristo en la Cruz. Él ha dado la vida por nosotros, y nos llama cada día a que sigamos su ejemplo, a que entreguemos la vida hasta el final. Esto depende sólo de nosotros y de la capacidad de entrega que queramos tener. No aspires a lo mínimo para no quedarte en la mediocridad. Aspira a lo máximo, para que desde tus imperfecciones, sea el Señor quien te marque el camino y te ayude a seguir amando de verdad.

 

Las tentaciones siempre las vas a tener presentes, para que te olvides de Dios y vivas totalmente apegado a lo superficial, rechazando todo compromiso y viviendo según tus intereses y beneficios personales. Esta historia va contigo, has de vivirla en primera persona. No escurras el bulto esperando que sean los demás quienes comiencen, pues cada uno terminaremos dando cuenta a Dios de todo lo que hemos realizado. Un aviso importante nos da el apóstol San Pablo cuando dice: «Huye de las pasiones juveniles. Busca la justicia, la fe, el amor, la paz junto con los que invocan al Señor con el corazón limpio» (2 Tim, 2, 22). Las tentaciones siempre van a estar al acecho, esperando a que se manifiesten nuestras debilidades. Es necesario pararse a reflexionar para que nuestro corazón limpio pueda elegir lo mejor. Sé bueno, para desechar de tu vida todo pecado, todo aquello que te aparte de Dios y de los hermanos, sabiendo que Dios quiere que tengas un corazón limpio para obrar bien.

Que tu fe no sea volátil. Hay veces que en la vida de fe nos proponemos retos preciosos que se quedan solo en buenas ideas, porque no somos capaces de ponerlos en práctica. Nuestra vida no puede funcionar así. Hemos de buscar la coherencia personal en todo momento, sabiendo que aquello que pensamos en nuestro interior hemos de vivirlo para que nuestra vida adquiera plenitud. Aunque nadie se entere, se coherente, vive conforme quiere Dios, sirviendo y dando tu vida por los demás. Así tu paso por este mundo habrá merecido la pena porque habrás dejado tu huella marcada en los corazones de quienes te rodean. Y esto te permitirá ponerte delante de la presencia de Dios, siendo consciente de que has cumplido la misión que Jesús te ha encomendado… y que no quedará sin recompensa. Que Dios te ayude y te ilumine.

Dios es fiel

Son muchas las veces que en nuestra vida manchamos el Amor que Dios nos da cada día. Lo manchamos con nuestro egoísmo, parece que somos expertos en mirarnos a nosotros mismos; en buscar nuestro beneficio a pesar de todo; en salirnos con la nuestra siempre aunque los demás se puedan ver perjudicados; en que nos devuelvan el favor realizado, porque nos ha supuesto un esfuerzo, un sacrificio y le hemos puesto un precio a nuestra entrega, como mínimo, que nos correspondan; en que nos reconozcan nuestros méritos con halagos y palmaditas en la espalda… No podemos profanar así el Amor de Dios en nuestra en vida. Ser fiel a Dios cuesta trabajo, serle infiel, es lo más fácil porque no compromete tanto como el Amor. Cuando le volvemos la espalda y le rechazamos en nuestro corazón nos estamos alejando de Él y lo más normal es que nuestra fe se enfríe, igual que se enfrían las amistades cuando nos alejamos de ellas, y cuesta mucho más trabajo ponernos en actitud de escucha y de apertura con el corazón bien dispuesto para el encuentro con Dios.

Read moreDios es fiel

Dios no improvisa

Seguro que te has encontrado en más de una ocasión desconcertado en más de una ocasión, con todos tus planes hechos, todo preparado y bien pensado y de repente te has visto sorprendido por el momento y has tenido que empezar a improvisar lo mejor que has podido. Por un momento parecía que se venía a tu interior toda la angustia existente en el mundo, viendo el “marrón” que se te venía encima y a ver de qué manera podrías salvar los muebles y salir lo más airoso posible. Hay veces que el resultado ha sido espectacular, y en cambio, otras no tanto. ¿Suerte? Puede que sí o puede que no, sólo Dios lo sabe. Lo que si está claro es que Dios no improvisa en nuestra vida. Quizás nosotros no nos podemos trabajar nuestra vida espiritual, nuestras responsabilidades, las metas que queremos conseguir… y más bien preferimos vivir el momento presente que muchas veces es más cómodo y seductor que lo que Jesús nos pide que pongamos en práctica en el evangelio cada día.

Read moreDios no improvisa

¡Señor, purifícame!

No queremos tener problemas en nuestra vida de ningún tipo. Deseamos que siempre las cosas nos salgan bien, pero sabemos que hay muchas realidades que nos rodean, no dependen de nosotros y se nos escapan de las manos. No podemos llegar a controlarlo todo por mucho que nos empeñemos; muchas veces ni siquiera nuestras propias reacciones, esos impulsos innatos que cada uno tenemos y que cuando aflora nuestro ego, nuestro orgullo, hacen que saltemos como verdaderos resortes. Por eso luego nos arrepentimos, porque sabemos que lo hemos hecho mal, no hemos estado a la altura y nos hemos extralimitado. Necesitamos estar en esa tensión que nos mantiene despiertos y nos ayuda a mantenernos atentos, fuertes, con el instinto bien agudizado, para fortalecer nuestro autocontrol. Hay veces que podemos vernos superados, pero no debemos desfallecer, porque Dios quiere sacar lo mejor de nosotros mismos probando nuestra fe, nuestra fuerza de voluntad y nuestra propia resistencia. Tenemos que ser fuertes y estar atentos para no debilitar nuestra fe. Para esto están las pruebas, para que luchemos y nos fortalezcamos en nuestra vida espiritual, pues así es como progresamos y avanzamos en nuestro camino de vida.

Read more¡Señor, purifícame!

La ilusión en Dios

Ninguno nacemos con todo aprendido. Tenemos que esforzarnos por aprender desde pequeños, mucho más si hay algo que queremos hacer y requiere mucho trabajo y esfuerzo, para llegar a dominarlo perfectamente. Seguro que conoces a personas que necesitan más esfuerzo que otras para llegar a sus objetivos. Son personas trabajadoras, perseverantes, insistentes en lo que se proponen y eso suple otras carencias que no tienen. Necesitamos tener sueños e ilusiones que nos permitan superarnos; necesitamos imposibles que nos ayuden a seguir creciendo, madurando, avanzando en nuestra vida, para que vayamos adquiriendo capacidades que en un principio no tenemos y que a base de trabajo y espíritu de superación, llegamos a dominar perfectamente. Quizás, a veces, discriminamos a los demás por su apariencia, porque no poseen cualidades que nosotros consideramos necesarias y que no tienen, pero gracias a las ganas de superarse, a su actitud y al trabajo bien hecho van dando pasos que los convierten en personas más maduras y auténticas.

Read moreLa ilusión en Dios

Dios es mi roca

Queremos vivir tranquilos y sin demasiadas complicaciones que nos saquen de nuestra zona de confort. Preferimos que nuestras seguridades no las toque nadie, para así nuestra vida pueda andar bien segura, tranquila y en una paz controlada por nosotros, que no nos altere demasiado y que nos permita tener controlados nuestros tiempos y momentos. Al ser personas de fe, sabemos que Dios nos puede sorprender en cualquier momento, y puede mandarnos algo imponderable, lo cual nos desconcierta y no nos gusta, porque no sabemos lo que nos puede llegar a pasar ni a ocurrir. Así es Dios, cuando nosotros nos preocupamos por recoger muchos frutos de nuestra siembra, Dios se encarga de repartirlos; cuando queremos juntar todo lo que nos pertenece para tenerlo a buen recaudo, Dios se encarga de separarlo, de desparramarlo. Porque Dios no es como nosotros, rompe totalmente nuestros esquemas y hace que nuestra vida se tambalee para que así aprendamos a fiarnos totalmente de Él.

Read moreDios es mi roca

Me encomiendo

Hace unos meses una persona, que prefiere estar en el anonimato, me compartió esta experiencia vital. Acababa de pasar un gran bache y después de que todo pasó, ha querido compartir su fe, lo que en los momentos de dificultad le hace agarrarse al Señor, con lo que desde pequeña ha aprendido de sus mayores. Y es que todos necesitamos que nos enseñen y acompañen cuando aún estamos dando nuestros primeros pasos en la fe. Y en nuestra fe adulta, somos nosotros los que tenemos que compartir y transmitir también nuestra fe, desde nuestra propia experiencia personal.

Dice así:


Cada uno de nosotros vivimos la fe según nos han inculcado desde pequeños,en mi caso siempre en mi familia he escuchado “encomiéndate” y verás como todo se soluciona. Ya en la madurez cada vez entiendo mejor lo que significa. Cuando las personas que más quieres se van; cuando hay grandes socavones en el camino y en la más absoluta soledad me encuentro, yo me encomiendo.  Me encomiendo a Dios Padre, porque siempre está conmigo; me encomiendo a las personas que se han ido, porque me cuidan desde el cielo. Respiro, cojo fuerzas y hago mis oraciones.

Read moreMe encomiendo

Entender a Dios

Hay veces que no entendemos por qué Dios nos manda las cosas y qué es lo que nos está pidiendo y diciendo. Nos cuesta trabajo atender a lo que Dios nos dice, porque los planes de Dios muchas veces no se corresponden con los nuestros, o no se adaptan a nuestras necesidades. A veces da la sensación que Dios se tiene que acomodar a nuestros propios planes, para que así seamos felices, como a nosotros nos conviene y queremos. Si algo tengo claro es que Dios bien sabe lo que se hace y nunca actúa en perjuicio de ninguno, más bien todo lo contrario, siempre quiere lo mejor para cada uno de sus hijos, y esos hijos somos cada uno. Deja que el Señor entre en tu corazón y no te dejes llevar por la impaciencia, el enfado, la desesperanza, el desencanto…, porque Dios todo lo que hace es bueno. Que estas contrariedades de tu vida, sirvan para que te acerques más al Señor, para que reces más, te confieses más, comulgues más a menudo.

Read moreEntender a Dios