Recuerdos del pasado – Camino de Santiago (III)

La mañana amanecía con un temor. Si algo he aprendido a lo largo de mi vida es a preocuparme por las cosas cuando toquen, cuando llegue el momento de afrontarlas, porque si no, me pierdo de disfrutar y saborear los momentos cotidianos, que no tienen la culpa de las dificultades que están por venir; y así disfruto del día a día, sin amargores ni angustias de lo que está al caer. Digo esto porque el motivo de mi retirada del Camino de Santiago que comencé hace unos años en Saint Jean Pied de Port fue por una tendinitis que sufrí en una bajada y que me obligó a retirarme en Estella. Desde ese año no había vuelto a realizar el Camino como peregrino, andando. Ayer era una etapa importantísima para mí, porque suponía enfrentarme a mi mayor recuerdo y frustración personal, de haber abandonado el Camino por una lesión. Ya la noche y el descanso en O Cebreiro fue intranquila y nerviosa, interiormente, por lo que se avecinada al amanecer. Los primeros pasos y la primera bajada han sido un reencuentro con mi pasado, con la espina que tenía clavada en mi amor propio… y con la incertidumbre de si todo iría bien. 

Read moreRecuerdos del pasado – Camino de Santiago (III)

Avanzar sin retroceder

La esperanza es lo último que se pierde. En nuestro camino de conversión es lo que queremos pensar, que podemos llegar a cambiar nuestra vida para siempre con la ayuda del Señor, y no tener que volver a retroceder más. Avanzar para luego retroceder es perder energías y tiempo innecesariamente, pues vivimos para progresar y mejorar cada día, sin tener que estar todo el tiempo rectificando y empleando nuestros esfuerzos en demostrarnos que hemos cambiado y que nos vamos convirtiendo. La madurez que vamos alcanzando con nuestras experiencias de vida, nos deben servir para progresar y mejorar nuestra calidad de vida espiritual y personal, reforzando nuestras conductas y actitudes. Hemos de estar despiertos para llegar a ver con antelación las situaciones que se nos pueden presentar y que nos desbordan y destruyen lo construido con tanto esfuerzo y tesón.

Read moreAvanzar sin retroceder

La fortaleza de tu fe

Dios nos ayuda a sacar fuerza de donde menos lo pensamos. Cuando nos sentimos débiles, sin energías y atravesando los peores momentos de nuestra vida, el Señor no nos deja de su mano, al contrario, nos sostiene y nos mantiene para que no salgamos derrotados ni perjudicados; en medio del sufrimiento y del dolor nos conserva para que sigamos avanzando y seamos capaces de salir adelante. Por eso, Dios nos da la fortaleza, para que, ante las debilidades, ante las situaciones de sufrimiento y dolor seamos capaces de resistir tanto en las pruebas como en las tentaciones, para mantenernos firmes, sin cambiar en nuestros propósitos ni deseos de aprender y madurar en la vida. Es importante cuidar la vida espiritual, porque nos permite caminar hacia delante en las dificultades sin perder el norte y la esperanza de lo que somos y creemos, y así no dejarnos llevar en ningún momento.

Read moreLa fortaleza de tu fe

Seguir a Jesús de verdad

Ante las dificultades surge rápidamente la tentación de abandonar, de dejarlo todo, para así pasar cuanto antes el problema y la situación problemática en la que nos vemos envueltos. No nos gusta sufrir ni tener que pasarlo mal, pero sabemos que esto no lo podemos elegir en la vida. Estas situaciones nos vienen y hemos de estar preparados para afrontarlas. A veces podemos esquivarlas, otras en cambio nos vienen por sorpresa y no tenemos más remedio que vivirlas. La fe está para ayudarte a avanzar, nunca para retroceder. Pensar que Dios es el culpable de tu sufrimiento y de tu dolor es dejarte llevar por el tentador que quiere debilitarte y convertirte en su nueva víctima, porque hiela tu corazón y lo endurece para cerrarse a cualquier acción del Señor en tu vida. No le des esa alegría tan grande al demonio, que quiere alejarte de Dios e insensibilizarte por completo. Perder el espíritu y la fe es entrar en su juego, en su dinámica de odio a Dios, donde solo buscas culpables para poder superar tu dolor.

Read moreSeguir a Jesús de verdad

Superarse

Superarse. Es una de las principales motivaciones que tenemos. Todos deseamos mejorar en la vida, ser mejores personas, tener una buena posición económica que nos permita vivir lo más holgadamente posible, superar los retos personales que nos proponemos, aprender lo máximo posible de todo lo que nos ocurre, mejorar nuestra salud, nuestra condición física, psicológica y espiritual. Son muchos los momentos de nuestra vida que nos ayudan a madurar y a crecer interiormente, tratando de mejorar nuestra condición y la situación en la que vivimos. El primer paso que hemos de dar es con uno mismo. Superarse es salir, romper con todo lo que te ata y no te deja avanzar. Son muchas las trabas que puedes tener en tu vida y que te impiden sacar lo mejor de ti, mostrar tu verdadero rostro. Quizás en tu interior no te sientas todo lo feliz, todo lo seguro de ti mismo que quisieras, y esto provoca una insatisfacción personal que no te deja totalmente tranquilo y a gusto contigo mismo. Esta pequeña frustración hace que no termines de arrancar, de mostrarte tal como eres y de poder avanzar rompiendo esos miedos, prejuicios o pesares que puedes tener en lo más profundo de ti.

Read moreSuperarse

Ser tú en las dificultades

Nunca renuncies a ser tu mismo a pesar de las dificultades con las que te encuentres en el camino. Lo más fácil es sucumbir a la tentación de actuar siendo justo lo contrario de lo que tú eres, motivado por la impotencia o la ira que pueden surgirte cuando piensas en lo que te ha ocurrido y en los perjuicios que te provocan. Actuar movidos por este sentimiento de rechazo y de ira es una reacción humana normal. Las dudas constantemente te invaden, tu mente piensa a velocidad terminal imaginándote las situaciones más tremendas (ya lo decía santa Teresa de Jesús: “La cabeza es la loca de la casa”), quieres actuar de la forma más rápida posible para encontrar soluciones cuanto antes, hablas con personas y escuchas multitud de opiniones.

Conforme va pasando el tiempo: las horas, los días… empiezas a ver la situación de una manera distinta. Siempre se ha dicho que no es bueno tomar decisiones en caliente, y necesitas sobre todo escuchar las palabras oportunas que en un momento así te den paz, tranquilidad, buenos consejos y sobre todo te escuchen y se pongan en tu piel para saber cómo te sientes. Son importantes estas personas en nuestras vidas que nos ayudan a afrontar las situaciones y a mirar nuestra historia personal con una mirada distinta a la que el mundo nos ofrece, vivida sólo desde el sentimiento y la reacción humana. Procura aprender y madurar con lo que te toca vivir, y, sobre todo, construye unos buenos cimientos a tu fe para poder afrontar estas situaciones difíciles, que es precisamente donde tienes la oportunidad de sacar lo mejor de ti y de dejarte ayudar por quienes te quieren desde el amor de Dios y buscan siempre lo mejor para ti, aunque haya momentos en los que las palabras de fe no te digan nada o pienses que no son precisas en ese momento.

Read moreSer tú en las dificultades