SESIÓN 9 (Belén)

Adviento

  • Objetivos:

    • Preparar nuestro corazón durante las cuatro semanas que tenemos hasta la Navidad para acoger a Jesús.
    • Vivir el Adviento con alegría.

MOTIVACIÓN PARA EL ANIMADOR

  • Durante este tiempo de Adviento queremos prepararnos para poder recibir a Jesús con un corazón limpio, y con el deseo de que Él nos convierta y nos ayude a quitarnos todas esas faltas y debilidades que tenemos y que nos impiden amar y acoger a los demás.
  • La Iglesia nos propone cinco elementos que nos ayudarán a prepararnos y a tener nuestro camino de conversión:
    • La Corona de Adviento, que simboliza la luz. Según se va acercando la Navidad cada Domingo vamos encendiendo una vela y así poco a poco la llegada de Jesús se va haciendo más visible en nuestra vida.
    • El color morado, que nos ayudará en nuestra conversión. Es tiempo de cambio, tiempo de ser mejores y quitarnos todos los lastres de nuestra vida.
    • La austeridad, representada en la ausencia de flores en los altares de las iglesias. La fiesta y la alegría comienza el 24 de diciembre por la noche, que es cuando nace Jesús.
    • El recogimiento, representado por los cantos que acompañan nuestras celebraciones y que nos ayuda a interiorizar todo lo que Dios nos quiere decir. El ejemplo lo tenemos en María, que con su sí aceptó el proyecto de Dios, y en José que también se fio de Dios y supo acoger en su corazón lo que Dios quería.
    • El anuncio de Adviento, donde vamos contando también los días que quedan para la Navidad. Estamos llamados a ser altavoces de Jesús y a anunciar a Jesús como verdaderos discípulos suyos. El ejemplo lo tenemos en el profeta Isaías y Juan el Bautista.
  • Desarrollo:

En esta sesión de catequesis vamos a realizar 5 dinámicas que nos ayudarán a comprender mejor los cinco elementos que hemos explicado anteriormente, y que servirán a los niños para reflexionar y así ayudarnos a preparar el Adviento mucho mejor. Conforme se van superando las pruebas se les va dando los distintos elementos para vivir un buen Adviento.

MOMENTO I – PRUEBAS

  • LA CORONA DE ADVIENTO:

Material: 4 velas, unas cerillas y pañuelos. Consiste en vendar los ojos a uno o dos niños. Colocados a una determinada distancia los niños con los ojos vendados tienen que ir al lugar donde se encuentran las velas y las cerillas y encender las velas.

  • EL COLOR MORADO:

Material: Aros, conos y pañuelos. Con los ojos vendados, van tirando cada uno de los miembros del grupo el aro y tienen que meterlo en el cono.

  • LA AUSTERIDAD

Dependiendo del número de integrantes se irá diciendo las partes del cuerpo que tienen que poner en el suelo:

  • 7 pies y 4 manos.
  • 6 pies y 3 manos.
  • 5 pies y 2 manos.
  • EL RECOGIMIENTO

Adivinar una canción por medio de mímica en un tiempo determinado.

  • EL ANUNCIO DE ADVIENTO

Trabalenguas: El grupo se sale fuera de la sala y sólo se queda uno dentro. Al que está dentro se le dice un trabalenguas, que luego tiene que decir al segundo. El segundo al tercero y así sucesivamente.

  • Trabalenguas:
    • Lado, ledo, lido, lodo, ludo,
      decirlo al revés lo dudo.
      Ludo, lodo, lido, ledo, lado,
      ¡Qué trabajo me ha costado!
    • La sucesión sucesiva de sucesos
      sucede sucesivamente con la sucesión del tiempo.
    • Si el caracol tuviera cara como tiene el caracol,
      fuera cara, fuera col, fuera caracol con cara.
    • A Cuesta le cuesta subir la cuesta,
      y en medio de la cuesta, ¡¡va y se acuesta!!
    • Compré pocas copas, pocas copas compré,
      como compré pocas copas, pocas copas pagaré.
    • Toto toma té, Tita toma mate,
      y yo me tomo toda mi taza de chocolate.

MOMENTO II – REFLEXIÓN

  • El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
  • El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
  • En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
  • Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
  • Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.

Cuida tu fe

  • Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
  • De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

MOMENTO III – EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús sus discípulos:

  • «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.

Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!».

Palabra del Señor.

¿QUÉ ES LO QUE ADORMECE NUESTRA FE Y NUESTRA RELACIÓN CON DIOS?

 

  • Reflexionamos con los niños cómo es nuestra relación con Dios y hacemos una lista de las cosas que nos despistan y nos alejan en nuestra relación con el Señor.

MOMENTO IV – ORACIÓN

  • VELAR

Velar no puede confundirse con la actitud de quien espera, despreocupado, la llegada de ese amigo que ha anunciado que viene. En tal caso, podríamos velar siguiendo con lo nuestro o al calor de las mantas.

Más, si velamos así, seguro que con el ruido o con el sueño no oiremos su llamada a nuestra puerta. Seguro que nuestras ocupaciones nos impedirán que nos ocupemos de él. Seguro nos perdemos la dicha de descontar, uno a uno, los días que faltan para su llegada. Seguro que no vuelve a venir…

Velar consiste en mirar una y otra vez por la ventana. En desplegar nuestras antenas a los cuatro puntos cardinales en busca de algún signo que denote la llegada.

Velar es quitar estorbos y embellecer la casa para que pueda acaecer en ella algo feliz.

Velar una de estas esperar ha de consistir en arreglarlo todo para que pueda tener lugar la fiesta, sin pérdida de tiempo, apenas llegue el amigo a quien se espera.

Velar la llegada del Amigo que esperamos en Adviento es aún algo más:

Es como acelerar, como garantizar esa misma venida. ¿Cómo va el Señor a resistirse al deseo de reunirse cuanto antes con aquellos que le esperan con tanta impaciencia?

Velar, pues en Adviento, consiste, en fin, en dejar que entre en casa el Evangelio.

Velar es… estar listos… como lo están los médicos de guardia o ese retén de bomberos. Como lo está esa joven mamá con todo preparado para la hora del parto.

En Adviento, estar listos consiste en estar prontos a amar. Para abrir nuestras puertas, no lo suficiente, sino de par en par. Para transformar las propias palabras y acciones en herramientas de paz y de acogida para todo el que llegue en el nombre del Señor.

Es llevar el Evangelio en las manos y en el corazón.

  • La Palabra de Dios nos habla: Rom. 13, 11-12

“Conocéis, además el tiempo que os ha tocado vivir, ya es hora de que despertéis del sueño, pues vuestra salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando empezamos a creer. La noche está muy avanzada y el día se acerca; despojémonos de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz”

 

Carpe diem, vive el momento, cada instante tiene peso y profundidad, cada momento tiene su gracia. Se nos invita a despertar, a vigilar, a no vivir alienados o corrompidos. El día se acerca: Cristo es el día.

  • Cuento:

Una vez un gran compositor, se encontró con un antiguo compañero, que abandonó, muchos años antes,  sus estudios de música para dedicarse a la oración,  y le llamó la atención que, a pesar de que sus ropas estaban roídas, en su cara lucía la felicidad.

El compositor, sabiéndole muy creyente preguntó: ¿Qué es para ti Dios?

Él le dijo: Te responderé cuando tú me contestes: ¿Qué es la música para ti?

El compositor, que había dedicado gran parte de su vida la música, reflexionó unos instantes y le contestó: “Realmente no sé si sabré explicártelo sólo sé que vivo por ella sin saber si la encontré, o me ha encontrado. Ya no recuerdo cómo fue, pero al final me ha conquistado. Vivo por ella pues me da toda mi fuerza de verdad, vivo por ella y no me pesa. Vivo por ella yo, también, no te me pongas tan celoso, porque ella entre todas es la más dulce y caliente como un beso. Ella a mi lado siempre está para apagar mi soledad, más que por mí, por ella yo vivo también. Es la musa que te invita a tocarla suavecita en mi piano a veces triste la muerte no existe si ella está aquí.

Vivo por ella pues me da todo el afecto que le sale. A veces pega de verdad, pero es un puño que no duele. Vivo por ella porque me da fuerza, valor y realidad para sentirme un poco vivo… ¡Cómo duele cuando falta!

Vivo por ella en un hotel. Cómo brilla fuerte y alta. Vivo por ella en propia piel y si ella canta en mi garganta mis penas más negras espanta.

Vivo por ella y nadie más puede vivir dentro de mí Ella me da la vida, la vida…

si está junto a mí, si está junto a mí…

Desde un palco o contra un muro vivo por ella al límite, en el trance más oscuro vivo por ella integra. Cada día una conquista la protagonista es ella también.

Vivo por ella porque va dándome siempre la salida.

Porque la música es así fiel y sincera de por vida, vivo por ella y me da noches de amor y libertad.

Si hubiese otra vida, la vivo… por ella también. Ella se llama música, y es mía también

Vivo por ella créeme, por ella también. Yo vivo por ella, yo vivo por ella…

Y el cristiano le contestó: Pues todo eso es Dios para mí.

  • Padre nuestro

 

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