Dios Padre, para salir al encuentro de los hombres, eligió al Pueblo de Israel y le confió su promesa de Salvación.
Abraham, Moisés y David fueron elegidos por Dios para llevar el mensaje de Dios al Pueblo de Israel.
La Iglesia ha recibido esta historia de amor entre Dios y los hombres y nos la sigue anunciando.
DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
Oración en la Capilla.
SEGUNDO MOMENTO
Dinámica: El Lazarillo
Con esta dinámica pretendemos que los niños se den cuenta de lo que se siente al confiar y no saber adónde van.
Para ello daremos un paseo con ellos con los ojos vendados.
Los niños se sitúan en fila india y con los ojos vendados y las manos puestas en los hombros del de delante haremos un recorrido, con alguna pequeña dificultad.
Una vez concluido realizaremos la puesta en común:
¿Cómo se han sentido cuando no podían ver el camino?
¿Qué es lo que les ha ayudado para no caerse ni perderse?
Igual que hemos confiado en el catequista y el que teníamos delante de nosotros cuando íbamos andando, también tenemos que confiar en Dios para guiarnos y protegernos durante nuestra vida.
Leemos y explicamos a los niños el tema 6 del Catecismo Jesús es el Señor (páginas 24 y 25).
Ideas:
Dios Padre siempre nos cuida y acompaña porque nunca se olvida de nosotros.
Después del pecado de Adán y Eva, Dios eligió al pueblo de Israel porque era pequeño y estaba oprimido; quería salvarlo.
Dios elige a Abraham y le promete ser padre de un pueblo numeroso.
Dios salva al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y establece una Alianza: Los X Mandamientos.
Dios elige a David, un pobre pastor, para ser el rey de Israel. De su familia nace Jesús
Dios nos quiere decir que siempre cumple lo que promete.