PASCUA 2 – Jesús resucitado nos envía el Espíritu Santo.
OBJETIVOS
Jesús nos envía el Espíritu Santo el día de Pentecostés.
El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad.
Por el Espíritu Santo participamos del amor que une a Jesús con Dios, su Padre.
DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
Oración en la Iglesia.
SEGUNDO MOMENTO
REUNIÓN POR GRUPOS: Jesús resucitado nos envía al Espíritu Santo.
Explicamos a los niños el tema 22 del Catecismo (páginas 68 y 69).
Ideas:
Jesús había prometido el Espíritu Santo a los Discípulos.
Después de subir al cielo, Jesús envió el Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles.
El Espíritu Santo bajó como en llamaradas de fuego que y se posó sobre cada uno de los apóstoles y la Virgen María.
Los apóstoles, al recibir al Espíritu Santo, se llenaron de alegría, perdieron el miedo y empezaron a anunciar que Jesús había resucitado.
El Espíritu Santo nos ayuda a reconocer a Jesús como el Hijo de Dios y nos ayuda a vivir como Él.
Todos los cristianos formamos parte de la Iglesia.
Escuchamos y cantamos la canción de la Resurrección de Valivan:
Dinámica: ¡La cadena de gestos!
Se divide el grupo en dos. Y a una mitad del grupo se le pide que salga fuera de la sala de catequesis.
La mitad que se queda dentro decide un momento de la vida de Jesús y se llama a un niño de los que salió.
Ante él un voluntario del grupo le representa la escena con mimo.
Después se hace regresar a un segundo niño, y quien entró en primer lugar le representa la escena que ha creído entender.
Así hasta completar la cadena de concursantes.
El último debe de adivinar cuál es la escena representada.
Luego se cambian los turnos de los grupos.
Comentario:
Hay veces que a las personas nos da miedo o vergüenza al hablar de Jesús a los demás.
El Espíritu Santo hizo que los Apóstoles perdieran el miedo a hablar en nombre de Jesús y anunciar que había resucitado, incluso cuando se lo prohibían, porque es una Buena Noticia que uno no se puede callar.
Todos estamos llamados a anunciar la Palabra de Dios, y para eso tenemos que conocer muy bien el mensaje de Jesús.
El Espíritu Santo nos ayuda a comprender en nuestra mente y en nuestro corazón la Palabra de Jesús.
Aprendemos y repasamos las Fórmulas de fe: Desde la 39 a la 44 del Catecismo (páginas 142 y 143).
Repasamos las oraciones del cristiano (páginas 153-157).