Jesús nos envía el Espíritu Santo el día de Pentecostés.
El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad.
Por el Espíritu Santo participamos del amor que une a Jesús con Dios, su Padre.
DESARROLLO
PRIMER MOMENTO
Oración en la Iglesia.
SEGUNDO MOMENTO
REUNIÓN POR GRUPOS: Jesús nos envía al Espíritu Santo.
Explicamos a los niños el tema 21 del Catecismo (pg 68 y 69).
Ideas:
Jesús cumple la promesa de enviar el Espíritu Santo a sus discípulos: Jn 14, 16-18; Hch 1, 5-8.
En la fiesta de Pentecostés María y los discípulos reciben el Espíritu Santo (Hch 2, 2-4).
El Espíritu Santo llena de alegría a los apóstoles y comienzan a predicar el Evangelio en el nombre de Jesús. Así es como nace la Iglesia.
Gracias al Espíritu Santo cada persona reconoce que Jesús es el Hijo Único de Dios.
El Espíritu Santo es quien nos ayuda y da fuerza para seguir los pasos de Jesús.
Dinámica: Los guías.
Dividimos al grupo en parejas.
Cada pareja se pone en fila, y el que está detrás pone las manos sobre los hombros del de delante.
Quien está delante tiene que ir con los ojos cerrados.
El de detrás va guiando por toques en los hombros al de delante. Cuando le toque en el hombro izquierdo gira a la izquierda, cuando le toque en el hombro derecho gira a la derecha.
Al finalizar el recorrido se cambian y repiten la actividad.
Comentario:
El Espíritu Santo nos guía a los cristianos y nos va sugiriendo qué es lo que tenemos que hacer en cada momento de la vida.
Igual que hemos sentido en el hombro cómo el compañero nos dirigía y marcaba el camino, también Dios, a través del Espíritu Santo nos va guiando a lo largo de nuestra vida para que podamos hacer muchas cosas buenas a los demás.
Aprendemos y repasamos las Fórmulas de fe: 39 y 40 del Catecismo (página 142).
Repasamos las oraciones del cristiano (páginas 153-157).